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7 erráticos mitos que debemos derribar sobre la digitalización


Hay un tópico omnipresente que nos llama mucho la atención, devenido desde distintos espacios digitales de información, artículos de opinión, blogs e incluso prensa generalista, donde podemos encontrarnos de cara con múltiples aseveraciones sobre la transformación digital, designada también como digitalización, que no se condicen lealmente a la realidad, sino más, a una especie de malinterpretación e incluso errores de conceptos graves que conducen directo al error. Aquí intentaremos aclarar algunos conceptos que consideramos equívocos que, debido a todo lo anterior descrito, se han ido extendiendo y posicionando en el imaginario colectivo.


Digitalización vs Transformación Digital


En primer lugar, precisamos explicar de qué estamos hablando. A nivel semántico, la digitalización, hace referencia a tomar información analógica y codificarla en un sistema binario de ceros y unos, de forma que un computador pueda almacenar, procesar y transmitir dicha información. Según la consultora Gartner Group, "La digitalización es el proceso de conversión de lo analógico a lo digital". Claro, conciso y muy práctico.


Entonces, si la digitalización es la conversión de datos y procesos, la transformación digital, más que convertir datos existentes en digitales, se enfoca a la capacidad de la tecnología digital para recopilar datos, establecer tendencias y poder así tomar mejores decisiones empresariales. Una vez establecidas las diferencias, veamos cuáles son los principales errores de concepto y mitos que encontramos al hablar de digitalización y transformación digital.


“La Transformación Digital es una cuestión de tecnología”


La tecnología es fundamental, pero el propósito de la transformación digital va más allá de la tecnología, abordando la adaptación empresarial a los cambios del mercado. De hecho, la tecnología puede ser la parte más fácil de la transformación digital. La transformación digital requiere la evolución de la cultura organizativa y la forma de trabajar, y esta puede generar un impacto real para la empresa. Un cambio de cultura real, generalmente, requiere inversiones en contratación, capacitación y gestión del desempeño, un apoyo constante y visible por parte de la dirección que lidere este proceso adaptativo.


“La Transformación Digital se centra en las áreas de cara al cliente”


La transformación digital suele empezar en áreas de la empresa orientadas al cliente, lo que es bastante lógico. Las empresas quieren conocer mejor a sus clientes, para mejorar el nivel de servicio y optimizar la experiencia de cliente. Pero una verdadera transformación digital va más allá de la interacción con el cliente. Otras áreas, desde operaciones a producción o finanzas pueden proporcionar beneficios iguales o superiores a la satisfacción del cliente. Si bien, su enfoque es a abrir espacios para la emancipación del cliente y la relación con estos, la Transformación digital se enfoca en expandir con tecnología digital, el valor que brindan las empresas a sus usuarios.


“La Transformación Digital tiene riesgos financieros”


La realidad es que la transformación digital no es de por sí sinónimo de grandes inversiones en tecnología. De hecho, y como aconsejan algunos proveedores de consultoría en sus proyectos de transformación digital, es recomendable evitar un enfoque “Big Bang” que arranque todo de golpe y en su lugar ir realizando pequeños proyectos fase a fase priorizados, basándose en un roadmap de transformación digital. De esta forma se mejora la motivación y la creación de valor.


“La Transformación Digital elimina puestos de trabajo”


Es cierto que la automatización o la robótica pueden sustituir algunos puestos de trabajo. Pero en lugar de verlo como una competición entre humanos y computadoras, es mejor considerar la IA y otras tecnologías como complementarias a los trabajadores. Además, la transformación digital tiene el potencial de crear nuevas clases de trabajos, como especialistas en Power Platform y aumentar la capacidad para resolver grandes problemas complejos. Con visión suficiente, se da nueva formación a los trabajadores y se crean nuevas funciones, refrescando el talento existente para un mayor valor.


“No todas las empresas están maduras para la Transformación Digital”


Aunque esta afirmación puede sonar a cierta, la realidad es que todas las empresas pueden emprender su transformación digital, si lo hacen con los objetivos y tecnologías que les encajen. Lo cierto es que siempre que haya dudas, es necesario realizar un estudio de viabilidad previo. Las consultoras ayudan a las empresas a hacerlo con la ayuda de sus una herramientas para evaluar el potencial y el impacto en el negocio, y ayudar a definir unos objetivos en forma de “Grado de ambición digital”. Incluye una comparativa con otras empresas del sector y el resultado es un excelente punto de partida para cualquier proyecto de digitalización.



Este estudio lo puede realizar el cliente por sí mismo o apoyado por consultores especialistas, quienes, con una visión amplia de procesos de negocio y de las tecnologías, proporcionarán un pronóstico inicial de alto nivel que ayudarán a establecer objetivos y plantear un pre-proyecto de transformación viable y seguro.


“Invertir en nuevos proyectos reducirá la rentabilidad”

En un análisis de empresas de alto rendimiento, aquellas que superaron al S&P 500 en un 10 % o más durante tres años, Deloitte encontró dos comportamientos distintos: era mucho más probable que invirtieran en proyectos que aumentaban los ingresos que en aquellos que reducían costes. También invirtió un porcentaje mucho mayor de sus presupuestos de tecnología en innovación, creando nuevas capacidades empresariales de alto valor.


“Nunca es tarde para empezar la transformación”


“Nunca es tarde” es una frase colectiva que suena bonito, pero es más “mister wonderful” que otra cosa. Esperar demasiado tiene su coste de oportunidad y conlleva un riesgo de desfase que nos lleve a descubrir de súbito que ya no somos competitivos. Reaccionar a toda prisa y en última instancia puede causar daños adicionales. Esa es la parte “Horror story”, pero hay otra parte a tener en cuenta que la refuerza. Resignarnos a la estabilidad, sin más, no es buena idea. Las empresas son como los tiburones, si dejan de nadar; simplemente se hunden. El mundo en el que vivimos cambia tan rápidamente que la flexibilidad y la adaptabilidad son vitales para que su negocio no tan sólo sobreviva, sino que prospere.


Las empresas de éxito son las capaces de buscar y enfrentarse a los retos. Se adaptan a la demanda y optimizan continuamente sus operaciones para lograr eficiencia, seguridad y resistencia, aprovechando las tecnologías digitales como palanca de éxito.


Las grandes innovaciones surgen de un conocimiento profundo del panorama del mercado y también estar atento a los principales jugadores del sector y a las innovaciones tecnológicas. Es vital desarrollar una visión estratégica para la transformación digital, construir una hoja de ruta para su implementación y asegurarse de tener todas las capacidades y recursos de liderazgo para que este proyecto sea un éxito. Sin ir más lejos, en Smartbricks proporcionamos las herramientas, necesarias para derribar mitos, aumentar el valor de los servicios con la experiencia necesaria para apoyarle en el éxito de su transformación digital.


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